Regular internet es un debate complejo que debería tener en las agendas de actualidad, el sitio que se merece. Hace unos días fue entrevistado Mark Zuckerberg (CEO de Facebook) en el llamado“Festival de Ideas”, organizado por el Instituto Aspen, donde los líderes de todos los sectores sociales generan y debaten ideas de cara a una mejora del bienestar, la competitividad, la innovación y el desarrollo social.
En este marco, Zuckerberg fue preguntado por los principales desafíos que afectan a internet y a las redes sociales tanto en el presente como en el futuro a corto y medio plazo. Su respuesta, no hace más que confirmar las principales corrientes intelectuales en la materia, para las cuales existen 4 grandes retos en lo que a internet y redes sociales se refiere: seguridad y prevención de injerencia en procesos electivos; contenido y límites de la libertad de expresión; privacidad y seguridad de los datos; y portabilidad e interoperabilidad entre servicios de comunicación.
Además, Zuckerberg introdujo en el debate un aspecto subyacente y que inspira e influye en los 4 desafíos descritos: la necesidad de regulación, por parte de los estados, de ciertos aspectos de internet. Y es que, para un desarrollo adecuado, sostenible y seguro de los 4 retos enunciados, es necesario llevar a cabo una regulación que controle aspectos clave de internet, como la publicidad permitida en periodos de elecciones o la censura de noticias falsas.
Este debate no es ni mucho menos reciente, pero sí que ha vuelto a las portadas tras las afirmaciones de uno de los empresarios más influyentes a nivel mundial. Obviamente, es un tema que daría lugar a cientos de páginas de análisis, pero el objetivo de este post es tratar una serie de aspectos que creemos que son clave a la hora de evaluar la cuestión y que cada usuario pueda desarrollar su propia opinión.
Partes enfrentadas
La regulación normativa de internet es un asunto de tal magnitud que genera posiciones enfrentadas en base no sólo a los beneficios que puedan obtenerse, sino también del esfuerzo que haya que poner para su consecución.
En este sentido y de manera muy sintetizada, podemos hablar de 3 grandes grupos en conflicto:
a) Estados y gobiernos estatales: son los principales actores de conflicto, ya que son los encargados no sólo de establecer los criterios de regulación, sino también de poner los medios necesarios para su cumplimiento. Aunque el fin es, sin duda, deseable para los gobiernos en cuanto a mayores niveles de control y seguridad nacional e internacional, los recursos personales y sobre todo económicos necesarios pueden considerarse excesivos.
b) Empresas con base y desarrollo en internet: empresas como Facebook, Google y otras que basan su actividad en internet son, aunque parezca extraño a priori, las primeras en defender un control y regulación en internet, tal y como evidencian los principales expertos en la materia. Y es que, como dice Zuckerberg en la entrevista, ellos son los que están en primera línea y tienen que tomar decisiones que, entienden, no les corresponden, al tratarse de intereses generales que podrían
entrar en conflicto con los de la empresa. Tener una hoja de ruta y unos criterioslegales en los que basar sus decisiones les facilitarían enormemente la tarea.
c) Usuarios: podrían ser los principales afectados de una regulación de este tipo.Las posibles limitaciones a la libertad de expresión o la prohibición de acceso a determinados contenidos o servicios serían algunas de las consecuencias.
Aunque también es cierto que se ganaría un uso de internet más veraz, seguro y leal. Por otro lado, y con una importancia no desdeñable, están los colectivos que abogan por un internet completamente libre, sin restricciones ni injerencias de los Estados, que es el movimiento llamado “hacktivismo” y que tiene como principal exponente al grupo “Anonymous”.
Posibles consecuencias de regular internet
Las consecuencias de una mayor intervención de los Estados en internet son, ciertamente, imprevisibles, pero sí que podemos estimar el impacto que tendría para los usuarios en su día a día.
Imponer unas mayores diligencias a las empresas en sus funciones de control del contenido que generan y administran implica unos mayores costes para éstas, lo que podría llevar a un incremento del precio de los servicios o, en los casos en los que actualmente sean gratuitos, que puedan convertirse en servicios de pago.
La línea entre seguridad y legalidad, por un lado, y libertad de expresión por otro, es en muchos casos tan fina que se complica su delimitación. Regular, por ejemplo, el contenido que pueda publicarse en un periodo de elecciones puede tener verse desde dos enfoques: fomentar la decisión autónoma y no influenciada, o un ataque contra la libertad de expresar ideas.
Tendencia legislativa
La tendencia legislativa en los últimos años está tendiendo a una mayor regulación de aspectos que están directamente relacionados con internet. En concreto, tenemos que destacar la regulación europea de la privacidad y la protección de datos de carácter personal y la llamada “Ley de Copyright”.
En ambos casos, estamos ante controles del contenido y uso de internet, por lo que entendemos que, en los próximos años, se desarrollarán normativas que profundicen en las demandas realizadas por el sector empresarial, como las que defiende Zuckerberg.
Conclusiones
La regulación y fijación de controles y límites en internet es un tema tremendamente controvertido que requiere de un análisis profundo por parte de todos los actores implicados y en el que cada usuario deberá sacar sus propias conclusiones al respecto.
En eDefense pensamos que los riesgos existentes y la facilidad con la que se pueden quebrantar las normas actualmente a través de medios digitales hacen que urja la necesidad de plantear líneas de acción que permitan a Estados y empresas una lucha igualitaria, para la que es necesario un incremento de los recursos materiales y, sobre todo, normativos, pero siempre teniendo en cuenta la amenaza para los derechos y libertades de los usuarios que supondría no hacerlo de una manera reflexiva, proporcionada y equilibrada.